La
familia está en continua evolución generando en muchas ocasiones conflictos que es necesario gestionar.
La mayoría de los problemas derivan de
la relación y convivencia diaria, muy pocos son individuales.
La Mediación Intergeneracional es un tipo de Mediación Familiar, destinada a mediar en estos conflictos entre padres, tutores e hijos con
graves dificultades de relación al objeto de dotar de estrategias a la unidad
familiar y restablecer en la medida de lo posible el equilibrio y la
interacción entre las partes, evitando de esta forma situaciones de riesgo para
los hijos y la desestructuración familiar.
- Posibilitar
un espacio neutral, imparcial y confidencial de comunicación que favorezca la resolución de los conflictos generados
en el ámbito familiar, facilitando dar una respuesta adecuada a las
necesidades de los miembros de la familia.
- Gestionar
los conflictos entre padres e hijos, ayudando a restablecer y mejorar los
canales de comunicación entre ellos, evitando así la ruptura de los
vínculos o la producción de situaciones de riesgo para los menores.
- Restablecer el deterioro de las relaciones familiares, mejorando
la comunicación y el desarrollo de habilidades entre sus miembros, que les
permita conciliar los intereses de los diversos niveles
intergeneracionales con acuerdos satisfactorios para todos.
- Enseñar a la familia a la autogestión positiva de sus conflictos
cotidianos y el mantenimiento de un clima afectivo estable.
DESTINATARIOS:
- Padres
y madres o tutores con hijos/as que
estén atravesando una situación de crisis en la convivencia, provocadas
por la falta de comunicación o la inadecuada asunción de roles.
- Menores
con dificultades de relación con sus padres.
- Personas
adoptadas y sus familias biológicas o adoptivas.
Algunos
casos en los que puede resultar útil la Mediación Intergeneracional
- Establecimiento
de normas entre padres, madres e hijos.
- Organización
de tiempos compartidos con otros miembros de la familia extensa.
- Cuidado
de mayores u otros miembros familiares con alguna discapacidad o que
convivan en el núcleo familiar.
Profundizando
sobre la problemática Intergeneracional
Observamos que las familias
tienden a ocultar situaciones conflictivas, por vergüenza, miedo, incertidumbre
o desconocimiento de recursos o consecuencias futuras con respecto al núcleo
familiar. Incluso aguantan hasta el final chantajes del menor y llegan a
denunciar cuando la situación es verdaderamente insostenible.
La familia es la institución con mayor fuerza dentro de nuestro foro interno, es nuestro núcleo primario, y por lo tanto lo más básico a lo que recurrir en caso de que todo lo demás falle.
Muchas familias se
encuentran perdidas y desorientadas ante situaciones y/o conductas
problemáticas que presentan sus hijos e hijas sobre todo a las relacionadas a
menores con conductas agresivas para con sus padres/tutores. Gran parte de
estas familias son completamente normalizadas.
Algo en común de las
familias de estos menores es una tendencia a una educación demasiado abierta,
con laxitud en los límites y en las normas familiares, descuidada o flexible
para con sus hijos / as, que al crecer ponen en cuestionamiento y rechazan las
normas familiares.
Suele tratarse de familias
con adolescentes cuyos padres y madres se sienten impotentes a la hora de enfrentar
situaciones generadas en el núcleo familiar. Los adolescentes pasan de
comportamientos desobedientes a comportamientos claramente agresivos y
violentos contra todo lo que no sea seguir ejerciendo su propia voluntad.
Encontramos situaciones
familiares, que aunque no tienen por qué llegar a considerarse significativas,
si tienen una problemática repetitiva. En estos casos, se observan estilos
educativos basados en el “todo vale”, “en derechos por encima de obligaciones”,
“en la figura del padre periférico”, “en el no-establecimiento de límites”,
etc..
Situaciones de separaciones
traumáticas de los padres a una edad comprendida en un margen de los 8 a los 18
años; Madres que conviven solas con los hijos, y situaciones de saltos entre
generaciones relativamente distantes.
Toda esta casuística es un
campo amplio de situaciones de convivencia que a veces resultan problemáticas y
que con la intervención adecuada de un MEDIADOR INTERGENERACIONAL pueden
resolverse satisfactoriamente para todas las partes implicadas, derivando de
ello un aprendizaje en el tiempo.
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